Desde el momento en que nace un bebé, e incluso desde el momento en que una mujer se entera de que está embarazada, comienza a crearse un vínculo afectivo entre la madre y el niño, un vínculo que perdura a lo largo de la vida.
Este vínculo se hace más profundo en el momento en que nace el niño, y a medida que madre e hijo entran en contacto y comienzan a comunicarse.
La comunicación entre madre e hijo es fundamental, y se da incluso antes del nacimiento del niño: el bebé da patadas en el vientre materno, se mueve; la madre habla al bebé, acaricia su tripa, piensa en él.
Todas estas conductas, muchas inconscientes, son comunicativas y hacen que ambos se vayan conociendo.
Pero, ¿Tiene realmente importancia el cómo, cuando y cuanto contacto establecemos con nuestro bebé?Pues la respuesta es un SÍ rotundo.
Los bebés no sólo requieren estar alimentados, sanos físicamente, en un buen lugar para vivir y con toda la comodidad que puedan requerir.
Si a pesar de satisfacer todas sus necesidades físicas el niño no recibe el cariño y contacto de los padres o un adulto a cargo, es probable que presente carencias emocionales en el futuro.
De esto trata el apego: Un niño que es acunado, abrazado y confortado por sus padres es un pequeño que desarrollará seguridad emocional(concepto del que tanto se habla en la sociedad actual).
De esto trata el apego: Un niño que es acunado, abrazado y confortado por sus padres es un pequeño que desarrollará seguridad emocional(concepto del que tanto se habla en la sociedad actual).
A través del contacto físico, un bebé se siente seguro ante sensaciones de miedos, frustraciones y ansiedad que pueden producirse en su vida. Un niño criado con seguridad emocional tiene mayores posibilidades de ser un adulto sano y adaptado.
El apego entre padres e hijos debe comenzar desde antes del nacimiento a través de estimulación sonora, lecturas, etc. Se ha comprobado que al nacer, el pequeño reconoce las voces que estuvo escuchando durante meses, ayudando a establecer de mejor forma esos primeros lazos.
El apego entre padres e hijos debe comenzar desde antes del nacimiento a través de estimulación sonora, lecturas, etc. Se ha comprobado que al nacer, el pequeño reconoce las voces que estuvo escuchando durante meses, ayudando a establecer de mejor forma esos primeros lazos.
Existen distintas teorías que corroboran este hecho, empezando por el psicoanálisis o la teoría del apego de Bowlby.
Por ello, animo a todos los futuros papás y mamás a que abracen a sus hij@s recién nacidos, los miren , los acaricien y les hagan sentirse queridos.
No hay mayor sensación de plenitud que un abrazo materno/paterno.
que profesion tiene la persona que escribio este articulo, su nombre completo por favor lo necesito para un trabajo escolar bibliografia y todo.
ResponderEliminarMe llamo Iria Gil Iglesias y soy profesora de educación infantil.Muchos de los aspectos que cito se refieren al libro de John Bowlby "El Apego".Ahora mismo no recuerdo editorial ni año de edición pero en cualquier buscador lo puedes encontrar.
ResponderEliminarSi necesitas más información sobre el tema te puedo proporcionar más bibliografía.
Por cierto, si citas en el trabajo este artículo no olvides poner la dirección url del blog en el apartado de bibliografía.
Un saludo
Hola Iria, te escribo porque (se da la casualidad de que mi hija se llama Iria Gil) necesito el consejo u orientación d un profesional. Mi hija cumple 4 años en enero y desde hace aprox. un año compruebo que cumple con algunos rasgos de niña superdotada, como por ej. liderazgo, ememoria exagerada, retentiva visual, identifica claramente colores, formas, sonidos, números. Con todo esto, me gustaría conocer tu opinión.
ResponderEliminarMuchas gracias y un saludo.